lunes, 4 de julio de 2011

UNA HISTORIA TRAGICA.

CAPITULO 12.
-Espere usted aquí voy avisar a mi señora-me dijo la doncella saliendo y cerrando la puerta tras de si.Dirigí mis ojos por la enorme sala y vi ante mi un majestuoso piano con un hermoso ramo de rosas...mi corazón de nuevo galopaba, dirigí la mirada hacia la chimenea que su calor inundaba toda la sala, encima había un retrato de Mercedes desafiante y burlona...había una mecedora antigua, la sala era acogedora y daba sensación de paz lo cual me extraño que ese fuese el hogar de una mujer sin corazón, de repente se abre la puerta sobresaltandome.
-Es usted señora Josefina, yo sabia que un día u otro nos veríamos- a medida que se acercaba a mi fui consciente de mi nerviosismo, mi querida y fiel ama de llaves estaba ante mi después de tantos años, ya no era aquella mujer alta y bien parecida, tenia los ojos hundidos y cubiertos por ojeras, su aspecto era frágil y apagado se acerco hasta mi tomando mis manos entre las suyas y me las apretó con delicadeza...yo no pude evitar atraerla hacia mi.
-Si Dolores, soy yo- le conteste abrazada a ella-Quisiera hablar con tu hija-.
-Ay, señora que dolor y que vergüenza siento- tomé asiento frente a Dolores y me contó como estaban las cosas tenia tanto miedo como yo.
-Mercedes es cruel y egoísta, al señor Eduardo lo ha vuelto loco...la mayor parte del día esta en cama le da unas pastillas que lo duermen, ella dice que son por su bien que se las manda su medico, pero yo creo que no...A mi me anulo desde el mismo día que nos fuimos de su casa aquella madrugada,jamas creí que yo pudiese tener una hija con tanta maldad  en su alma tanta crueldad en el fondo de su corazón... es lo único que me queda en el mundo pero muchas veces le tengo miedo-. no pude dejar de compadecerme de ella era otra víctima mas en sus manos.
-Bueno,bueno!!!quien esta aquí!!!Ha tardado mucho, hace ya  meses que la espero- exclamo Mercedes entrando por la puerta y pillándonos desprevenidas, se sentó al lado de la ventana y no pude escuchar lo que decía entre dientes.
-No tienes escrúpulos ni moral Mercedes, estas casada- le conteste.
- Estas en un gran error Josefina-me dijo alzando la voz acercándose hasta mi-Va a tener que acostumbrarse a mi de nuevo...su hijo esta loco y yo me encargo de que a si siga-.
-!!!Estas loca!!!Te suplico por favor que no seas insensata...si quieres seremos amigas recuperaremos el tiempo pasado, pero por favor deja a mi hijo tranquilo-no se como ni de donde me salieron todas aquellas palabras, del alma creo, pues necesitaba poner a mi hijo a salvo.
-¿Estas llorando?-casi no me miraba le bastaba una mirada furtiva y con desden para aniquilarme-Así llore mil veces yo...por ti, esperando una caricia, un mimo, una sonrisa pero ya es muy tarde y tus lágrimas no me convencen- me hablaba con desprecio y me tuteaba sin ningún respeto.-Esto solo acabara cuando yo diga, cuando estés destruida- murmuro.
-¿No tienes miedo a las consecuencias?-le pregunte
-Hace años que deje de sentir- me contesto con una burla-!!!Buenas tardes señoraa!!!salio por la puerta dando un portazo tras de si regodeandose en su triunfo y dejandome mas rota.
Había anochecido y el sol se había escondido la luna empezaba a asomarse timidamente proyectando sombras indefinidas que esa noche me causaban escalofríos.No estaba en mi poder hacer entrar a mi hijo en razon ni hacerle ver la maldad de esta mujer...pensé que Mercedes cesaría en ese odio injustificado...pero una vez mas me equivoque, yo era su mayor enemiga y no iba a parar hasta derrotarme, daría mi vida porque esto solo fuese un mal sueño.Sin saber como mis pasos me condujeron hacia la casa de Rosa...tenia la esperanza de que estuviese bien y quisiera hablar conmigo, estaba sentada al lado de un gran ventanal yo nunca la había visto tan triste, presentaba un aspecto de abandono que invadía toda su persona,la estuve observando unos instantes y su hermoso rostro dejaba entrever ese dolor tan hondo que una mujer siente cuando es abandonada.El pelo lacio sin gracia recogido a medias, la ropa que llevaba era demasiado ancha y sin ninguna coquetería de las de antaño, sin duda llevaba días sin preocuparse por su persona.Rosa vino presurosa cuando noto mi presencia,me tendió las manos y me dio un beso en la mejilla, sus labios estaban fríos y temblaron ligeramente cuando me pregunto por Ernesto,volvió a tomar asiento al lado del gran ventanal yo me quede de pie cerca de ella. Mientras la censuraba por su abandono descubrí su incipiente barriguita.
-!!!Rosa hija, tu estas embarazada!!!-¿Lo sabe Ernesto?-.
-Estoy esperando a su nieto y de Ernesto no se nada desde aquel día-.