lunes, 30 de mayo de 2011

UNA HISTORIA TRAGICA.

La Segarrá,Lleida
El monasterio me parece mas grisáceo en invierno,cuando se acerca el atardecer,en sus muros puedes comprobar casi todos los tonos que gradualmente,día a día erosionan.San Ramon es un pueblo frió y bastante solitario.Esta historia da comienzo, en el otoño de 1945...A finales del otoño la naturaleza se duerme y la tierra se prepara para pasar otro invierno largo y duro, en la Cataluña rural el paisaje se engalana de ocre...La luz del sol, a primera hora de la mañana,timidamente se refleja sobre la antigua mansión,que generación tras generación va amansando una gran fortuna,con actividades agrarias.A principios del 1930, en la Cataluña rural,fueron muchos los que construyeron viviendas, para los trabajadores de sus tierras,, dentro de las tierras pero alejados de la casa pairal...
Los herederos de toda esa gran fortuna, los señores feliu,llevaban varios años felizmente casados, pero a pesar de mil esfuerzos no lograban tener un hijo,su hereu,Miguel no estaba tan preocupado como Josefina, el estaba seguro que un día u otro lo lograrían, lo que si le preocupaba era la actitud de su joven esposa,estaba obsesiona, le profesaba un amor tan grande,que la complace en todo.Josefina era de una nobleza y lealtad insuperable, la amaba con todas sus fuerzas.Dentro de esas viviendas, vivía un joven matrimonio,hacia poco mas de tres años que llegaron,en poco tiempo destacaron por sus servicios y discreción,Mercedes puso a Dolores en poco tiempo al mando de la casa,y se convirtió en persona de
mayor confianza,Dolores se quedo embarazada y Josefina se convirtió en la madrina de la niña,se volcó en la recién nacida, Dolores en agradamiento le puso Mercedes,pues ese era el nombre de la mamá de Josefina, ya fallecida. fueron pasando los años y Mercedes disfrutaba de todas las comodidades y privilegios de una señorita de la alta sociedad, a una edad muy temprana tocaba el piano con tal destreza y gracia, que hasta el profesor la admiraba.Josefina no podía vivir sin Mercedes,mientras tanto Dolores vivía feliz y orgullosa de su niña,pues se estaba educando como una señorita rica,en la mansión habia varios empleados con hijos también, que en el fondo de sus almas no dejaban de envidiar,entre ellos se encontraba Almudena, era la cocinera y llevaba muchos años mas que Dolores, al servicio de Josefina,era una mujer sencilla y noble,ella no envidiaba nada, ni se enfadaba cuando se reían de ella, llamándola solterona,no le importaba, era feliz a su manera.Una mañana tras darle mil vueltas mentalmente a las palabras,al entrar Dolores en la cocina se dirigió a ella.
-Dolores un día lloraras lágrimas de sangre-.
-Calla vieja chismosa-le contesto Dolores.
-Yo soy vieja,y te digo esto porque te aprecio-contesto Almudena.
-Calla ya, y cocina que para eso estas aqui-casi grito Dolores.
-¿Que sera de Mercedes, cuando la señora tenga a su propio hijo?-.
Dolores sin decir nada, salio de la cocina,sabiendo que Almudena estaba en lo cierto,muchas noches al acostarse sin quererlo esa misma pregunta le rondaba mil veces por la cabeza,produciendole una sensacion amarga,en su corazon nacia el temor, pues sbia que ese no era el hogar de su Mercedes, su cuna era humilde...pero porque privarla de tantas ventajas y comodidades.Josefina llevaba varios dias con un malestar,pero esa mañana amanece   

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