CAPITULO 15
La habitación esta totalmente en silencio,los visillos blancos apenas se mueven, no entra el aire luminoso de la calle y no hay corriente. El sol termina por ponerse y la habitación quedó a oscuras.-¿Como voy a poder vivir sin ti?-.
Un pájaro lanza un silbido largo al otro lado del cementerio, cientos de arboles contienen el aliento sobre mi cabeza estremecidos por mi dolor, ya no habrá mas momentos que el presente, no habrá ningún después... Sentí el agudo dolor de tu ausencia durante los fríos días de enero, los lluviosos días de abril, los secos días de junio y en los calurosos días de agosto. Mi dolor era tan intenso que pensé que no podría resistirlo...Pero nació mi nieto y día a día el dolor se hizo mas llevadero, aunque tu recuerdo no desaparecerá nunca...Rosa se levanta de la cama y se acerca a la ventana. Estaba amaneciendo y dentro de poco la enfermera le traería el niño para que le diese de mamar. Aparto los visillos respiro hondo y sonrió, se notaba los pechos rebosantes. Después de amamantar al niño y acostarlo en la cuna se dirigió hacia mi. Empezando a hablar las lágrimas le corrían libremente por el rostro demacrado, tenia la tristeza clavada en el alma.
-Señora Josefina ¿Porque no me dijo que Ernesto estaba loco por Mercedes?-me pregunto mirándome a los ojos fijamente.Me cogió por sorpresa esa pregunta tan directa, yo no pude contestarle y ella empezó hablando suavemente pero con una inmensa pena.
-A los pocos meses de mi boda descubrí lo que todos me ocultasteis, un tarde empezaba a ponerse el sol cuando decidí salir a dar un paseo, me entretuve hablando con el servicio y contemplando las flores,me aleje de la casa en dirección a las cuadras pues me habían dicho que había nacido un caballo precioso todo blanco,así que estaba oscureciendo cuando salí de las cuadras, cuando rodee la casa de labranza sentí unas risas de mujer y mi curiosidad me llevo hasta allí, al ir acercándome vislumbré unas siluetas y mi curiosidad me mato...acercándome a la ventana para comprobar por mi misma como se prodigaban toda clase de caricias...los cristales estaban empañados pero no me impidió ver- Ernesto tumba te aquí en la manta - le ordena Mercedes con voz sensual y el obedece de buena gana, sonriendo, Mercedes se agacha sobre el y le sujeta los brazos por encima de la cabeza,ella intenta inmovilizarle las manos.Están excitados con el juego, Ernesto cierra los ojos y las piernas de Mercedes no dejan de agitarse, le acaricia el muslo con la mano libre, ella emite un gemido y se arrodilla sobre sus piernas, se sienta a horcajadas sobre su sexo y se mueve arriba y abajo, envuelto por ella Ernesto acepta su rendición como el aire que necesita para seguir viviendo...-Mi marido estaba amando a otra mujer,del sobresalto caí sobre los rosales que habían rodeando la casa y un grito se me escapo del alma... Ernesto salio fuera enfurecido, al comprobar que era yo y viéndose descubierto, sin importarle para nada mi estado, me insulto y humillo, no reconocí al hombre del cual yo me había enamorado...Conmigo no era tan buen amante ni cariñoso, como me dolía el corazón y el alma...deseaba despertarme de aquella horrible pesadilla...pero no podía despertarme pues comprobe que estaba bien despierta cuando ella tras unos minutos salio, con una mirada despectiva y una sonrisa burlona le dijo -Te lo dije desde el principio que tenias que establecer las reglas de lo contrario no me veras nunca mas -echando a andar hacia la puerta que estaba escondida detrás de unas plantas, Ernesto corrió tras ella como si la vida se le fuese a cada paso que ella daba...seguí atónita el desenlace. Deambulé por el patio atravesando una puerta enrejada esperando de que apareciera alguien del servicio para ayudarme pues un reguero de sangre corrían por mis piernas y un fuerte dolor atravesaba mis entrañas. Finalmente desperté en la cama con mi hijo recién nacido y Ernesto paseaba por nuestra alcoba con una mano metida en el bolsillo y en la otra llevaba un cigarrillo, cuando notó que estaba despierta arrojó el cigarrillo al suelo, lo apago con el pie y su mirada me demostró cuanto desprecio sentía hacia mi, no podía disimularlo y yo no pude reprocharle nada... Y no recuerdo nada mas que eso...Creo que comprendera por que me siento la mas desgraciada de las mujeres, que me siento como si estuviese completamente sola en el mundo, aun sabiendo que estoy muy cerca de mis padres que son las únicas personas que me quieren de verdad... y de mi verdadera casa tan acogedora y mientras miro la cara de mi pequeño, me pregunto si alguna vez encontrare consuelo a esta pena y podre mantener una fachada de dureza, sin que mi mente se adentre en esta cámara de tortura que es mi alma desde ese día mantengo una lucha encarnizada y sangrienta contra mi propio corazón-.
No note siquiera como lloraba pues yo me sentía invadida por una especie de tristeza y odio.
-El día que me enamore de Ernesto me volví loca-Exclamo con un susurro para si misma-Todos me habéis mentido y me siento tan humillada...-Se tapo la cara con las manos sollozando amargamente.
-¡Maldita seas Mercedes!-¡Maldigo el cariño que un día sentí por ti y maldigo el ultimo beso que te di!-la rabia se apodero de todo mi ser...-.